Nuestra andadura en busca del Alano Español comienza con la década de los 90. En el año 1993 llega a casa «Taranto de los Cuadrejones», quien daría nombre a nuestro afijo y bajo cuya hueya se consolida nuestra pasión por la raza. Un año más tarde se incorporaría la emblemática «Pantera del Condado de Niebla», y poco a poco nuestra familia alánica iría creciendo con magníficos exponentes de la raza como «Lanza de los Cuadrejones»; «Cartuja de los Tarantos»; «Tora de la Cañada del Pinillo»; etc.
Nuestra base de cría se basa en una equilibrada fusión de sangres entre las cuales destaca la genética de Taranto y la de Carpintero. Ambos individuos de contrastada funcionalidad que han demostrado transmitirla a su descendencia. La importancia zootécnica de este binomio genético en la recuperación de la raza ha sido incontestable.Una labor de equipo concienzuda nos permite hoy disfrutar de una población estable y bien definida morfológica y funcionalmente. Los 12 primeros Campeones de España proceden de esta base genética;(ver palmarés Alanos ypalmarés Bulldog Frances) tres de estos CAMPEONES DE ESPAÑA son ejemplares de «Los Tarantos», y la casi totalidad del resto de Campeones desciende de reproductores de nuestro criadero.
Desde una perspectiva funcional, son decenas los cazadores que elogian y disfrutan con las cualidades de estas líneas de sangre. Un perro funcional va mucho más allá que «agarrar» de manera más o menos espectacular (algo que podrían hacer otras razas emparentadas).
La grandeza de nuestros alanos deriva de conjugar una desmesurada afición por la caza, con un enorme potencial físico y sobre todo, con un carácter seguro de sí mismo, gregario y sociable, que facilita su trabajo en equipo sin ocasionar problemas.
Cualidades sobradamente contrastadas entre nuestras líneas. Un sello con el que pretendemos destacar nuestra crianza sería la prevalencia de una filosofía conservacionista por encima de una crianza competitivamente «evolucionista».
El Alano prototipo de «Los Tarantos» – además de funcional y correcto -, será un animal con identidad propia y «sabor antiguo». Y un alano con «sabor antiguo» es el que conserva la rusticidad y esencia de las poblaciones originarias. Con más homogeneidad y corrección si cabe, pero sin refinamientos.
La estampa de un genuino Alano no puede ofrecer lugar a dudas; se trata de un animal que transmite con su mirada y apariencia toda la fuerza racial que han dado sus siglos de existencia.
“Taranto” es el nombre de un antiguo canto de raiz flamenca, popular entre los mineros de Andalucía. También es el nombre de nuestro primer “Alano Español”, y en gratitud a lo que este animal representó para nosotros, “Los Tarantos” es la “denominación de origen” que recibe nuestra crianza por la FCI (Afijo reconocido nº 8903). A principio de los 90 se producen nuestros primeros contactos con criadores de Alanos Españoles y a finales de dicha década con la raza Bulldog Francés.
Somos una familia cuya pasión por la naturaleza nos llevó a renunciar a una cómoda vida urbana para disfrutar – con todos sus pros y contras – de la vida en el campo: hoy vivimos nuestra afición rodeados de olivos y lejos del “mundanal ruido” (ver entorno). La pasión que sentimos hacia el mundo animal hace que enfoquemos la crianza desde un profundo respeto hacia las dos razas que seleccionamos y con el paso de los años todo lo que esta afición conlleva se ha convertido en nuestra principal actividad de ocio y especialización. La mejora de la raza es nuestro objetivo principal y no solo desde los parámetros estéticos o morfológicos, sino considerando el carácter y la salud como cualidades que favorecen el propio bienestar de los animales y una convivencia mutuamente satisfactoria con sus familiares humanos.
Establecer una “cepa” de calidad que nos satisfaga y que guste a Jueces especialistas, requiere un compromiso de fidelidad que hemos asumido siempre; pensamos que las cosas que se hacen con cariño han de dar “buenos frutos” y en la línea que nos viene caracterizando, – ahora con mayor acierto por la experiencia acumulada – continuamos practicando una crianza “familiar” que basa sus resultados (ver palmarés Alanos y palmarés Bulldog Frances) en el conocimiento, en la convivencia estrecha con nuestros animales, y en la relación con otros criadores que permiten incorporar a nuestro proyecto parte de sus aciertos.
Nuestros animales disfrutan de todos los requisitos para alcanzar un desarrollo pleno; gozan de cómodas instalaciones – tanto dentro como fuera de casa – que cumplen los requisitos sanitarios prescritos por ley; un entorno natural donde liberar sus necesidades lúdicas y una sólida base afectiva que propicia la convivencia familiar en armonía. Aseguramos una socialización íntegra a los más jóvenes, y una vejez digna a los más veteranos, permitiéndoles campar por la finca durante largos periodos del día y haciéndoles participar activamente de la vida familiar. Actividades deportivas, adiestramiento y la participación esporádica en exposiciones, complementan este hobby y nos permiten intercambiar experiencias con otros criadores.
Queremos expresar nuestro agradecimiento a todos aquellos afijos que a modo de eslabones de esta “cadena selectiva” han hecho posible la herencia del legado genético que hoy disfrutamos, y como no, a las familias que habiendo adoptado alguno de nuestros cachorros contribuyen a consolidar nuestro objetivo.